Esta el recurrente de que te estas cayendo que lo tenemos todos, el que no puedes abrir los ojos, esta el que corres y no avanzas.
Mi verdadera pesadilla nocturna sucedio una noche de resacon brutal que acababa de ver "La Maldición".
Estaba en un sitio que no conocia y con un grupo de gente que no conocía, muy oscuro, podía sentir la humedad de estar en una ciénaga.
Nos arrejuntabamos unos a otros sabiendo que algo terrible iba a pasar, una persecución implacabla de la que ninguno de nosotros iba a salir vivo.
Tengo conciencía que el ente que nos perseguía era el mismo diablo, y tengo conciencia también que salvarse era imposible lo único que podías hacer era demorar tu momento.
Yo corría y siempre me salvaba por los pelos acababa persiguiendo a otro, y en mi mente se fraguaba la idea de dejar de correr de no posponer más el fatídico destino, pero cuando mi cabeza estaba segura de la rendición el instinto me hacía volver a correr.
Así estuve toda la noche, ni que decir tiene que me levante aún más cansado de lo que me había acostado.